domingo, 26 de octubre de 2008

Promesas

Promesas:

El arte de hacer promesas y cumplirlas define nuestra identidad pública y carácter, haciéndonos dignos de confianza ante nuestro dominio social. Como seres humanos que somos, debemos examinar siempre la posibilidad de poder satisfacer un acuerdo con otra persona, antes de comprometernos a ello, dado que nuestra integridad y responsabilidad queda comprometida junto con el cumplimiento del acuerdo establecido. En mi caso particular, de las promesas, lo más difícil es negarme aún cuando anticipadamente sé que no estoy en condiciones de cumplir, lo cual considero afecta la credibilidad que pueda tener en el futuro. Sin embargo, esto no aplica a todos los casos, por ejemplo, situaciones como solicitudes de tipo económico son evaluadas antes de establecer cualquier compromiso y si simplemente no es viable, pues simplemente digo “No”.

Peticiones:
A la hora de realizar peticiones, considero muy importante el ser concreto con la solicitud, de otra forma es muy posible que de obtener algo, no sea lo mismo solicitado. Desde que aprendí que uno podía pedir, comencé a pedir. Con los años y a medida que uno se va desarrollando en un entorno donde se vale pedir en vez de esperar que todo simplemente sucedan algún día, uno se da cuenta que las cosas se van dando, quizá no todo al momento en que se pide pero si van sucediendo, claro esto depende mucho de lo concreto que uno sea. También es importante considerar que si algo no se da, no debe uno formarse juicios innecesarios, sino comprender por qué una petición no puede ser, evaluarla y pensar en variaciones que puedan ser convenientes para reformular la petición. En mi caso una gran debilidad está asociada con el tiempo. Normalmente cuando hago una petición me desespera que me digan: ”yo te aviso”.

Ofertas:
Las ofertas se fundamentan, desde mi punto de vista, en un compromiso que previamente una persona sabe que lo puede cumplir y se cierra cuando otra persona lo acepta. La voluntad de realizar ofertas es uno de los elementos que expone el nivel de iniciativa de una persona y, como en la petición, se puede cambiar el destino de las personas. Yo, trato de realizar ofrecimientos si siento que son realmente necesarios y forman parte de una negociación que considere interesante. Al igual que las peticiones, uno debe examinar la viabilidad de poder hacer un ofrecimiento, considerando que realmente se esté en capacidad de cumplirlo. Así también si se realiza un ofrecimiento, validar que lo ofrecido es consistente con lo que la otra persona espera. El crear falsas expectativas afecta nuestra identidad pública.

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