Promesas:
Las promesas son parte importante del quehacer diario de las personas y creo que el problema de este tipo de compromiso es que se refleja directamente en el carácter de la persona y si uno no cumple el impacto negativo puede llegar a ser algo muy dañino en cualquier contexto que se encuentre. En el ámbito laboral siempre trato de no comprometerme mas allá de lo que yo considero es mi límite, ya que no me gusta incumplir mis compromisos a las personas porque eso deja la impresión que uno no es confiable ni responsable.
Peticiones:
Las peticiones normalmente implican no sólo que uno va a obtener algo a cambio cuando uno las lleva a cabo, sino que eso deja la impresión en los demás que uno tiene la capacidad de comunicar las cosas, ya sean necesidades, inquietudes, molestias, entre otras, de una manera oportuna y sin muchas complicaciones. En mi experiencia personal me cuesta mucho hacer peticiones a las demás personas pero solo en ciertos contextos, por ejemplo, si yo se que tengo que pedirle algo a una persona que es de un carácter explosivo y la solicitud posiblemente cause una reacción de ese tipo entonces yo trato de evitar a dicha persona y canalizar la petición a través de otro medio o persona.
Ofertas:
En el caso de las ofertas, son algo tan delicado como las promesas, porque en cierto modo son promesas, ya que si uno realiza una y la otra persona acepta dicha oferta, se crea un compromiso donde el que esta ofertando promete realizar algo con ciertos parámetros y si después no se cumple al igual que una promesa impacta negativamente la imagen proyectada al publico. Cuando me encuentro en una situación donde debo realizar una oferta trato de analizar primero si de verdad estoy en capacidad de cumplir con el compromiso, ya que no me gusta que la gente piense que yo no soy una persona de fiar y eso es algo muy negativo desde una perspectiva laboral.
miércoles, 29 de octubre de 2008
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